Artículo escrito por: Lucía Perez
Las novias de 2025 están recuperando una joya olvidada; el abanico. Este accesorio, que durante generaciones fue esencial para aliviar el calor, ha vuelto a las bodas con más fuerza que nunca. Lleno de elegancia, personalidad y tradición reinventada, el abanico se ha convertido en el toque estrella de las novias que quieren marcar la diferencia.
La importancia de un buen abanico
Más allá de su funcionalidad, es un gesto de personalidad, estilo y amor por los detalles. Quienes lo eligen no lo hacen únicamente por su estética, sino por lo que transmite. Puede ser un diseño clásico de encaje hecho a mano o uno moderno, con ilustraciones personalizadas, capaz de encajar con cualquier tipo de boda, desde las más clásicas hasta las más bohemias o minimalistas.

Cada vez más novias apuestan por sustituir el tradicional ramo de flores por un abanico, una decisión cargada de simbolismo y sostenibilidad. Otras lo combinan con el ramo, creando un conjunto elegante y práctico, especialmente en bodas de verano o al aire libre. Además, el abanico se convierte en un recuerdo único para las novias: una pieza cargada de valor sentimental que puede pasar de madre a hija. Su presencia en las fotografías del día de la boda añade un aire clásico y romántico que enamora a las parejas que cuidan cada detalle.
Sin duda, el abanico ha dejado de ser un complemento más para convertirse en un verdadero
símbolo de autenticidad para las novias de 2025. ¿Será el detalle que marque la diferencia en
tu look de novia?