Un cuento de hadas se hizo realidad el pasado 7 de junio, cuando el actor Jaime Lorente —conocido por su papel en La Casa de Papel— contrajo matrimonio con la estilista Marta Goenaga en un enclave de película. El Castillo de Batres, una joya arquitectónica del siglo XV ubicada a las afueras de Madrid, fue el escenario elegido para esta ceremonia íntima, marcada por la presencia de sus dos hijos, Amaia y Luca.
Con sus muros de piedra, jardines geométricos y una historia palaciega impregnada en cada rincón, la ceremonia estuvo marcada por una estética muy personal que fusionó el gusto refinado de la novia con el carisma natural del actor murciano.

Los looks de la novia
Marta Goenaga, quien trabaja en el mundo de la moda, no defraudó con su elección estilística. Para la ceremonia, lució un vestido de la colección Rosa Clará Couture, modelo Tina, diseñado en crepé de alta calidad y malla de micropedrería que aportaba una luz etérea en cada paso. El escote asimétrico, con una manga larga de encaje delicado, le dio un toque sensual, pero sofisticado. Un diseño que nos recordó a las grandes divas del cine clásico.

Horas más tarde, para el banquete y la posterior fiesta, Marta apostó por un segundo vestido más ligero pero igual de impactante. El nuevo diseño, también con escote asimétrico, incorporaba un doble tirante que caía sutilmente sobre el hombro y una línea de pedrería minimalista en la cintura que realzaba su silueta. Fue una elección súper acertada que le permitió disfrutar con libertad de cada instante sin renunciar a su amor por la moda.
El estilo de novio de Jaime Lorente
Por su parte, Jaime Lorente optó por un chaqué azul marino de líneas clásicas. La combinación con una corbata en tono oscuro y zapatos de charol aportó ese toque de distinción que Jaime acostumbra a lucir en las alfombras rojas. El actor, que se caracteriza por un estilo relajado en su día a día, supo elevar su imagen para la ocasión, sin perder autenticidad.
Una celebración pensada al detalle
Detrás de cada momento inolvidable de esta boda estuvo la reconocida wedding planner Priscila Llorens, quien ya ha firmado enlaces de otras figuras del panorama nacional. La decoración combinó elementos florales en tonos empolvados con acentos verdes naturales, creando una atmósfera que recordaba a los jardines italianos. La iluminación, cálida y cuidadosamente pensada, envolvió cada rincón del castillo en una luz dorada que potenciaba aún más la belleza del entorno. El menú, firmado por un servicio de catering de alta cocina, fusionó sabores tradicionales con una ejecución contemporánea y productos de proximidad. Cada plato fue concebido como una experiencia sensorial, acompañada por vinos seleccionados de bodegas boutique.
Durante la fiesta, hubo un momento de explosiva alegría cuando amigos cercanos alzaron a los novios al ritmo de una canción que marcó toda una generación: “Aserejé”, de Las Ketchup. El guiño nostálgico, inesperado y cargado de humor, se convirtió en uno de los momentos virales de la velada. Por otro lado, uno de los instantes más emocionantes fue la participación de los hijos de la pareja, Amaia y Luca, quienes formaron parte activa de la ceremonia, reforzando la idea de una unión familiar más allá del matrimonio.

Jaime Lorente describíos el día como “el mejor de su vida” en una publicación compartida en redes, en la que también expresó su agradecimiento por poder compartir ese momento con quienes más ama. Con una organización absolutamente cuidada, la boda de Jaime y Marta se consolida como una de las más icónicas del año. ¡Que seáis muy felices!