A tan sólo 10 kilómetros del Palacio Real se encuentra la mágica Finca La Alquería. Un oasis lleno de elegancia perfecto para celebrar la boda de tus sueños. Con cinco pabellones exclusivos, amplios jardines, y un arroyo majestuoso, este lugar combina historia y modernidad para ofrecer experiencias únicas.
Hoy hablamos con Arturo, propiertario de la finca, para conocer todos los detalles y la historia de este precioso espacio.
Para empezar, y esto es algo que es fundamental al momento de elegir una finca, ¿disponéis de cocina propia?
Efectivamente, nosotros tenemos cocina propia. Por suerte, llevamos ya cuatro generaciones en el tema de la hostelería; en este caso, ya me toca a mí un poco seguir con este tema. Y sí, tenemos cocina propia y yo creo que, sobre todo en el sector de las bodas, es algo fundamental porque te da bastante flexibilidad.
Ya sabemos que, al final, en una boda siempre hay algún rezagado, y eso te permite ser más rápido ante cualquier intolerancia o alérgeno que surja a última hora. También te da la capacidad de reacción y la posibilidad de seguir innovando con mucha más rapidez. Entonces, por suerte, sí que lo tenemos y así seguiremos.
¿Y qué tipo de menús ofrecéis? ¿Más tradicionales, exóticos, minimalistas, modernos?
Una mezcla de todo, porque en las bodas tenemos la parte del cóctel y luego la parte del banquete. Nosotros jugamos más con esa mezcla en la parte del cóctel, en la que podemos ofrecer referencias más exóticas, lo que nos permite sacar muchas más variedades y combinarlas con algo más moderno.
Luego, cuando pasamos a la zona del banquete, sí que tenemos unos platos que, a simple vista, son más tradicionales, pero con un toque moderno que sorprende al presentarlos en la mesa. Así que podemos decir que abarcamos un poco de todo: una parte más exótica en el cóctel, con más variedad y rapidez, y un banquete más tradicional y serio, pero con un punto moderno.
Hemos visto que tenéis cinco pabellones preciosos, pero ¿cuántas personas pueden acoger? ¿Cuál es su capacidad?
Por suerte, es un espacio bastante grande y eso nos favorece. Te explico un poco cómo funciona nuestro espacio: lo dividimos en dos zonas. Tenemos la parte de la ermita, que es la más alta de la finca, y la parte de los lagos.
En la parte baja dividimos el espacio en tres pequeñas fincas, cada una con su propio pabellón y parking. Estos pabellones tienen capacidad para entre 100 y 250 personas cada uno. Luego, en la parte de arriba, tenemos la ermita, que es completamente independiente, exclusiva, con su propio parking, su zona de baile, cóctel, ceremonia y salón, con capacidad para entre 70 y 125 personas. Es un espacio más acogedor.
¿Pero una ermita dónde se puede celebrar una boda religiosa?
Se podría, pero no es el caso. Nosotros lo dedicamos más a bodas civiles porque, con los años, nos hemos dado cuenta de que cada vez son más populares. La estructura proviene de una ermita, pero no está consagrada. Así que hemos aprovechado este espacio para que las bodas civiles puedan celebrarse aquí, con una estética que recuerda a una ceremonia religiosa, pero con todas las facilidades para el cóctel y el banquete.
¿Contáis con oficiante o cada pareja contrata el suyo?
Nosotros tenemos proveedores con los que solemos trabajar porque conocen nuestras instalaciones y sabemos que trabajan muy bien. Pero, si alguien tiene su propio oficiante de confianza, no hay ningún problema. No tenemos exclusividad con nadie, aunque siempre recomendamos a quienes ya han trabajado aquí, porque los novios, al ser primerizos en esto, suelen agradecer una orientación basada en nuestra experiencia.
Al final, tenéis vuestros proveedores de confianza que ponéis a disposición de los novios. Si ellos prefieren elegir otro proveedor, floristería u oficiante, lo hacen por su cuenta, pero vosotros les ofrecéis opciones.
Efectivamente. Nosotros damos la facilidad de contar con servicios básicos con proveedores de confianza. Apostamos siempre por lo seguro, por un servicio de calidad, porque al final es un día único y exclusivo para los novios.
Es el día más especial de sus vidas, ¿no? Te quería preguntar, ¿esta finca se alquila en exclusiva o pueden celebrarse varias bodas a la vez?
Pues es una combinación de ambas cosas. Como te decía, tenemos dos zonas diferenciadas en la finca: la parte alta y la parte de los lagos. Cada pabellón es completamente independiente, con su propio parking, zona de cóctel, cuartos de baño, banquete y barra libre. Así que, aunque el espacio sea el mismo, en realidad tenemos tres fincas individuales en la parte baja y una finca exclusiva en la parte de arriba. Si alguien quiere exclusividad total, lo podemos proporcionar. Pero, como cada finca es completamente independiente, también pueden celebrarse varias bodas a la vez sin ningún problema.
¿Y tenéis servicio de alojamiento?
No, por desgracia es algo en lo que todavía no hemos entrado. Pero siempre está en mente la posibilidad de seguir desarrollándonos y progresando.
Si la novia quiere maquillarse, peinarse o arreglarse, ¿tenéis alguna sala para ello?
Sí, por suerte contamos con un espacio bastante grande y, con los años, hemos ido adquiriendo nuevas zonas. Tenemos un cuarto de novios donde pueden dejar sus pertenencias, cambiarse de vestido o guardar los regalos. También contamos con un tocador para maquillaje. Después de tantos años en este sector, si algo hemos hecho es mejorar nuestras instalaciones en base a las necesidades de los novios, para ofrecerles siempre el mejor servicio.
Y ya por último, ¿qué es lo que destacarías de tu finca? Yo lo tengo claro, pero quiero que me lo digas tú.
Creo que lo más especial de nuestra finca es que estamos a solo 10 o 15 minutos del centro de Madrid. Hoy en día, la gente está acostumbrada al bullicio de la ciudad, al tráfico, a los edificios… Pero en el momento en que llegas a La Alquería, como os habrá pasado a vosotros, todo cambia. Aquí todo es verde, hay árboles frondosos, un arroyo, un lago… Es difícil imaginar que estamos tan cerca de Madrid. Además, esta finca data de 1890, así que los árboles han crecido durante generaciones, lo que crea un entorno realmente único. Los novios nos lo dicen siempre, y nosotros estamos muy orgullosos de trabajar en un sitio tan bonito.
