Las personas solteras tienen un 80% más de probabilidades de sufrir depresión que las casadas. Eso es, al menos, lo que se desprende de una reciente investigación encabezada por la Universidad de Macao (China), que analizó datos de más de 100.000 personas en siete países (Estados Unidos, Reino Unido, México, Irlanda, Corea del Sur, China e Indonesia) para investigar el riesgo de síntomas depresivos entre casados y no casados.
En realidad, el estudio -publicado en Nature Human Behaviour– no solo se centró en el ámbito de la soltería, sino que también analizó las respuestas de divorciados o separados y viudos. El resultado final determinó que la soltería se asocia con un 79% más de riesgo de síntomas depresivos que el matrimonio; los divorciados o separados tienen un 99% más de riesgo y los viudos un 64% más.
Mayor felicidad
La relación entre matrimonio, soltería y depresión no es nueva y numerosos artículos y especialistas han reflexionado mucho sobre esta circunstancia, casi siempre en la misma línea y con similares conclusiones: los beneficios del matrimonio y los peligros que conlleva estar solo. La soledad, especialmente la que no es buscada, suele ser mala compañera de viaje y sus consecuencias pueden resultar alarmantes.
Sobre esta cuestión, María Jesús Álava, psicóloga y profesora colaboradora de la Universidad Complutense de Madrid, explicaba a SINC que el estudio confirma mucho de lo que ya se sabía, es decir, “que las personas solteras alcanzan un grado menor de satisfacción y felicidad en su día a día; se sienten más vulnerables emocionalmente y pueden sufrir cuadros depresivos con más facilidad que las personas casadas”.
Cuadros depresivos y soledad que, como está demostrado, se muestran como un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad.
En definitiva, el “sí, quiero” no solo incide en los niveles depresivos, sino que reduce los riesgos asociados al malestar psicológico, la hipertensión y las inflamaciones, al tiempo que proporciona mejores resultados en los tratamientos médicos y, efectivamente, mayores niveles de felicidad. Además, aumenta la autoestima, da más sentido a la vida y eleva el sentimiento de pertenencia.
“El matrimonio ofrece a menudo beneficios para la salud psicológica y física debido a lo que los cónyuges hacen el uno por el otro a lo largo de su matrimonio”, señala Rosie Shrout, investigadora sobre el matrimonio y la salud y psicóloga sociosanitaria de la Facultad de Salud y Ciencias Humanas de la Universidad Purdue (Estados Unidos). “Se ayudan mutuamente a estar y mantenerse sanos haciendo ejercicio más a menudo, fumando y bebiendo menos y comiendo mejor”.
Más en los hombres
El estudio confirma también un dato que no era tan conocido y que asegura que los hombres solteros tienen más posibilidades de sufrir depresión que las mujeres solteras. En este sentido, por todos es conocida la mayor capacidad de socialización que tienen las mujeres con respecto a los hombres, tradicionalmente más dispuestas a generar lazos de afecto y amistad o más vinculadas a las relaciones familiares. Capacidades que, sin duda, ayudan a sobrellevar de mejor manera los episodios de soltería o distanciamiento forzado.
Además, los participantes solteros que viven en los países occidentales (Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda) tienen un mayor riesgo de depresión que sus homólogos de los países orientales (Corea del Sur, China e Indonesia). Dato que se relaciona de forma directa con el grado de cultura: el soltero con mayor nivel educativo es más propenso a padecer síntomas depresivos.
Alcohol y tabaco
La investigación desvela además que el consumo de alcohol desempeña “un importante papel mediador” en la asociación entre el estado civil y el riesgo de padecer esos cuadros depresivos. El tabaco también medió causalmente en el aumento del riesgo entre los participantes, especialmente entre los chinos y mexicanos solteros.
El dato, en consecuencia, apunta a la estrecha relación que se establece entre el consumo de determinadas sustancias y las situaciones de soledad forzada, entre las que se encuentran la gran mayoría de los casos de soltería, divorcio, separación o viudedad.