«La virginidad nada tiene que ver con vestirse de blanco»

By Javier Sedano
22 de noviembre de 2024
Boda de reina Victoria de Inglaterra.

Maribel Bandrés, historiadora, escritora, ilustradora y profesora universitaria, ha compuesto un libro fascinante sobre unos de los acontecimientos más universales: la boda. Los principales ritos y costumbres en la ceremonia, la evolución del matrimonio desde la Antigüedad, el origen del vestido de novia o el concepto de virginidad son algunos de los contenidos que aborda a lo largo de más de 200 páginas esta experta en historia de la moda y del arte. ‘La boda. Historia de ritos y celebraciones. El traje de novia’ (Ulzama Ediciones, 2017) es la historia de un acontecimiento vital en el transcurso de la humanidad.

Como investigadora, experta y apasionada de la moda y el arte, ¿de dónde viene esa atracción por la ceremonia de la boda para convertirla en un libro tan bien trabajado e ilustrado?

Bueno, porque yo escribo desde hace muchos años sobre historia de la moda, desde la época egipcia hasta ahora. Histórica y cronológicamente, he estudiado y escrito mucho sobre esto. Llevo ya muchos años. Yo empecé haciendo un diccionario que me encargó Larousse, que se llamaba ‘El vestido y la moda’, y a partir de ahí siguió todo lo demás. He escrito un libro sobre Velázquez (‘La moda en la pintura: Velázquez’) que ahora se va a volver a editar; otro sobre Goya y la moda en la época del pintor, que la editorial está con él ahora y que cuenta también con muchos dibujos. Bueno, tengo varios.

La moda tiene mucho que ver con la historia. La historia es importantísima para la moda y me he preocupado en dar a conocer cómo determinados acontecimientos históricos han cambiado la moda. Por ejemplo, lo que más ha cambiado la moda han sido las guerras. La guerra y lo militar ha sido lo que más ha influido, no solo ahora sino a través de todos los tiempos. Bueno, pues yo lo que hago es un recorrido histórico de la moda hasta nuestros días.

Y ahora sobre el universo de las bodas.

Bueno, el hecho de que me interesase por las bodas es cuestión, entre otras razones, de su importancia. Para casi todo el mundo tiene mucha importancia y en realidad la tiene. Todo el mundo se casa, pero no tiene ni idea de dónde viene todo esto.

Por ejemplo, la gente piensa que vestirse de blanco es por virginidad y no tiene nada que ver. El blanco, a través de los tiempos, procede de la palabra latina cándidus (cándido). En la Roma Antigua, blanco era cándidus y de ahí también deriva la palabra candidato. Los que iban a ser candidatos para entrar en política, llevaban la toga blanca, la toga cándida.

Ciertos estamentos de la sociedad, sobre todo las élites y los gobernantes, llevaban diferentes tipos de toga, la mitad toga, pero cambiaba el color o la franja que incorporaba. Así, la palabra candidato viene de la toga cándida, la toga blanca. Y esto era porque iban a empezar una nueva etapa, como ser candidato a algo. Lo mismo ocurría y ocurre en la Iglesia, cuando los futuros sacerdotes se van a ordenar, que también van de blanco. O sea, que no tiene nada que ver con la virginidad.

Pero el ritual del matrimonio siempre ha estado ligado, de una forma u otra, a la virginidad, al sexo y a la moda.

Es cierto que la virginidad ha estado relacionada con los trajes de novia, se refiere directamente a los vestidos, pero es que además la virginidad ha tenido siempre mucha importancia a lo largo de los siglos porque las familias del novio exigían que la novia que se iba a casar con su hijo fuese virgen porque esto garantizaba que los hijos serían de su propia sangre, que no estaba embarazada en el momento del matrimonio. Como no existía el ADN, era la única garantía.

Se apreciaba mucho que la chica fuese virgen y por eso se casaban tan jóvenes, para que hubiera menos tentaciones, pero es que además ya estaba establecido por los padres con quién se iban a casar. Lo explico en el libro. Antes, el padre dominaba a la mujer y eran el padre y la madre quienes decidían con quién se debía casar, quién era el más conveniente. Y esto no solo sucedía en la realeza o en las grandes élites, sino también en las familias menos pudientes.

Dice en su libro que el matrimonio garantizaba el compromiso del padre con el cuidado de los hijos de la pareja. ¿Esa fue en un principio su razón principal?

Bueno, es que en realidad se inventó el matrimonio por eso, porque desde la Antigüedad la mujer se queda embarazada y lo asume, pero el hombre puede decir “aquí te pillo, aquí te mato”, no tenía ningún compromiso y entonces podía negarse a reconocer que el hijo fuese suyo. No había manera de comprobarlo, no había el ADN que tenemos ahora, si alguien duda… El ADN de la época era la virginidad.

Claro, luego cuando la Iglesia empezó a establecer sus reglas esto ya era una cuestión que estaba muy incrustada en la sociedad. Que la mujer fuese virgen al matrimonio no es producto ni de católicos ni de cristianos. Pero ocurre además otra cosa, a lo largo de los siglos a las bodas no siempre se ha ido de blanco. Las novias no han ido de blanco para nada, sino que podían ir de cualquier otro color. Y algunas, pues con lo que se vestían cada día, porque no podían más, lo que pasa es que se ponían un mantón o alguna otra cosa.

¿Y cuándo llega el blanco al vestido de novia?

Bueno, unos lo atribuyen a la boda de la reina Victoria de Inglaterra, que como fue una boda por amor, cuando hasta entonces todo en la realeza había sido por contrato, pues la gente empezó a imitar a la reina, que lució un vestido blanco. (En 1840 contraen matrimonio la reina Victoria y Alberto de Sajonia-Coburgo. La reina escogió un vestido blanco y el retrato de boda fue difundido por toda Europa. La imagen llegó a muchas novias que a partir de ese momento decidieron optar por un vestido blanco en honor a la reina).

Pero yo creo que fue el cine, el cine mudo, el que lo puso verdaderamente de moda. El cine mudo tenía que ser siempre muy vistoso, a lo que se unía el hecho de que en las películas siempre había una historia de amor que acababa en boda. Entonces, se aprovechó que quedaba muy vistoso el blanco en la pantalla y era como la consecución de una historia de amor que acababa en un matrimonio y por eso donde más aparece es en las películas del cine mudo y después en el cine sonoro y en color. Eso es lo que lo puso de moda, el cine, pero nada de virginidad.

Como en muchas otras cuestiones, el cine ha traído consigo nuevos modos de conducta y nuevas realidades.

El cine era impactante y más en esa época en la que había menos películas. Mirar la pantalla y ver la salida de la iglesia con esos trajes tan espectaculares, porque en esa época eran superespectaculares, y el efecto que se producía en esa pantalla. Es lógico que la gente lo quisiera imitar. Por eso se impuso el vestido blanco y porque además es bonito y favorece. Sin embargo, repito, mucha gente se seguía casando de color y usaban mantos antiguos y otras prendas.

Hemos hablado de la virginidad y del blanco, pero hablemos ahora de otros ritos y tradiciones, como el ajuar, las damas de honor o el ramo de flores. ¿Cómo nacen y de dónde proceden?

Bueno, en el caso de las damas de honor no sé exactamente de cuándo viene, porque en realidad siempre han existido las amigas que estaban cerca de la novia, que estaba nerviosa y tenía esas amigas que le ayudaban a vestirse y a todo lo demás. Pero también aquí aparece de nuevo el cine, porque salía muy bonito que unas chicas acompañasen a la novia y todo eso. En realidad, supongo que se remonta a mucho tiempo atrás.

Y, por ejemplo, lo del ramo. Esto lo he querido averiguar yo y he comprobado que en cuadros de los siglos XVI y XVII aparece la novia o los novios con una corona de flores o con una florecita fresca en la mano. Y eso sí que es un signo de pureza, la flor natural, la flor fresca. En muchos de esos cuadros cuando aparece la jovencita, porque entonces eran muy jóvenes, con una flor en la mano, es como símbolo de pureza y de ingenuidad. Yo creo que el origen está ahí. Ha ido evolucionando desde la florecita hasta el ramo de novia. La revolución es esa, la pureza más que el color.

Parece claro que el matrimonio ha cambiado mucho a lo largo de los siglos, tanto en el fondo como en la forma, pero, realmente, ¿son tan distintas las bodas que se celebran hoy con las que tenían lugar siglos atrás? ¿son tan diferentes?

Bueno, ahora lo que pasa es que se está mirando más. Por ejemplo, antes eran las colas enormes, pero ahora, entre que las novias van en el coche y todo eso, pues ellas buscan cosas mucho más sencillas. Ahora, las colas de novia se pueden quitar con unos botones, porque son incómodas, y antes, cuando los llevaban en carroza, las sostenían varias personas. Se tiende más a la simplicidad y ahora se admite todo y ya incluso en algunas bodas está empezando el color, no en muchas, pero empieza el color.

Lo curioso es que el vestido blanco se ha impuesto porque es bonito y espectacular. Por ejemplo, en los países donde hay una tradición, como el sari en la India, pues algún día llevan el sari, pero otro día de la celebración van de blanco. O en los países árabes, en los que las bodas duran tres o cuatro días, pues pasa lo mismo, el día del traje blanco no falla.

Y, otra cosa, ahora hasta los trajes se alquilan. Por ejemplo, en China y también en Japón. Los trajes a veces se alquilan porque, por ejemplo, en Japón, donde las casas de la gente normal son pequeñas, no les cabe guardar un traje de novia, entonces lo alquilan. Y en los mismos hoteles donde se celebran las bodas tienen una colección de trajes y la novia puede ir allí, escoger uno y ponérselo ese día.

De hecho, como también hemos contado en bdeboda.es, esta es una tendencia que se está imponiendo, alquilar los vestidos de novia.

Sí, sí. Cierto. Es ya una tendencia.

En el matrimonio, el ADN de la época era la virginidad La virginidad era importante en la celebración nupcial

Ha mencionado al comienzo de la entrevista el tema de la guerra y cómo ha llegado a influir en la moda. ¿Pudo ocurrir algo parecido con la moda nupcial o con el vestido de novia?

No, no, eso no. A ver, por ejemplo, el mayor cambio se produce con la invención de la sastrería, la sastrería que llamamos de hombre, en el siglo XIV. Hasta esa fecha, los guerreros llevaban la cota de malla sobre un traje amplio. Los hombres no llevaban prendas ajustadas, sino que llevaban una especie de túnica, que iba por debajo de esa cota. Pero conforme las guerras se van haciendo más cruentas, aparecen las armas de fuego, se inventa la armadura, que, dada su fortaleza, tenía que ser una cosa ajustada y articulada para que se pudiese mover, lo que ya no permitía llevar una túnica.

Entonces, surge la sastrería, con el fin de hacer esos trajes a los hombres. Curiosamente, en el caso de las mujeres llega después. Así que, tuvieron que hacerlo contando con la forma del cuerpo, como en la sastrería actual. Ese fue, precisamente, el origen de la sastrería, las guerras, que era necesaria para poder llevar bajo la armadura unas prendas que fuesen ajustadas conforme a unos patrones. Nace entonces el patronaje.

La portada del libro es el cuadro de El matrimonio Arnolfini, tan famoso como enigmático. ¿Por qué ese cuadro y qué simboliza?

Bueno, representa una cosa que se hacía en los países católicos, porque este cuadro se ubica en Bélgica, en la ciudad de Brujas. Son dos italianos católicos que se casan y en la época existía la costumbre de bendecir la habitación donde iban a vivir los novios y este cuadro representa el momento en el que un sacerdote ha bendecido la habitación, que a veces estaba en medio del salón.

Dicen que lo que estaba bendiciendo era la función reproductora de los esposos o que ella estaba embarazada. Eso no es cierto, lo que pasa es que ella lleva un traje de invierno, seguramente muy forrado, hay muchos cuadros así, y entonces lo agarra un poco para poder caminar. Es un traje rico de invierno de una familia católica. Todo esto también lo explico en el libro, es muy interesante.

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