El palacio de Santoña fue testigo de la última colección del diseñador malagueño Jesús Segado.
Kimonos, sedas, brocados y obis antiguos fueron los protagonistas de un desfile en el que antigüedad y artesanía rinden homenaje al País del Sol Naciente
¿En qué te has inspirado?
Pues yo creo que está claro, ¿no? (ríe). El nombre de la colección es From Japan y me he inspirado en Oriente, el kimono, el obi japones… Hemos descubierto un mundo diferente que no conocía mucho. Hemos estado inmersos en esta cultura y la verdad es que ha sido muy enriquecedor.
¿Y cuál ha sido el tejido fetiche en esta nueva colección?
Bueno, está todo hecho con kimonos y obis antiguos, que han venido de Japón directamente. Un ejemplo es el diseño de los pájaros que en sus inicios fue un cinturón. Muchos lo hemos combinado con tejidos que teníamos aquí, bueno, que hemos comprado en Europa. Muchos de los diseños han sido combinaciones con otros tejidos, pero la mayoría han sido kimonos de seda, de algodón, brocados… tejidos difíciles de trabajar por su rigidez. Podemos ver en la colección que nos encontramos ante telas muy armadas que no hemos armado nosotros con entretelas o ballenas, sino que ya venían así. Algunos incluso están hechos con hilos metálicos que dan ese efecto plata que resultaba muy difícil de coser e incluso planchar.
Ósea que el desarrollo creativo y el modelaje han sido procesos muy laboriosos y con mucho trabajo detrás ¿No?
Sí, la verdad, bastante. Sobre todo, las pruebas, ver cómo se podían coser, como se podían planchar, que los tejidos no se estropeasen… Además, partíamos de que algunos tejidos estaban bastante deteriorados y tal cual lo tocabas se rompían. El vestido de novia con el que hemos cerrado el desfile en un primer momento era un kimono. Hemos engomado el tejido y lo hemos aprovechado para hacer flores y tiras en las que colgarlas. ¡Ha sido un proceso muy bonito! Algunos tejidos estaban incluso arañados y les hemos dado una tercera vida. ¡Ha sido todo un reto!
¿Cómo es una novia y una invitada de Jesús Segado?
Pues sobre todo es serena, discreta y muy romántica. Aunque nos encontremos ante una novia o una invitada japonesa, no deja de ser romántica. Aunque Oriente y Japón hayan sido mi inspiración, la serenidad y la armonía son mi sello y está impreso en todos mis trajes. Hablamos de novias muy zen.
Te voy a poner en un compromiso… De todos estos diseños, ¿Cuál es tu favorito ¿Cuál ha significado un reto para ti?
¡Que niño quieres más! (Ríe). Todos me gustan, pero por ejemplo el traje de los pájaros, al ser un tejido muy rígido y con tantas grullas, me puse el reto de conseguir que diera la sensación de que volaban. En un principio no teníamos ni siquiera claro si podríamos bordar ese diseño. Desde la idea inicial hasta llegar a lo que hemos visto en el desfile supuso un gran reto. Cuando vimos que los pájaros estaban bordados y fuera del traje como si volasen dije ¡Lo hemos conseguido!
¿Hacia dónde va el sector de la moda nupcial? ¿Se siguen las tendencias de moda?
Yo creo que te puedes poner lo que te de la gana. Hay una variedad enorme. Antes se definía a una novia que se casaba por lo civil como algo muy básico y a una novia que se casaba por la iglesia como muy pomposo. Hoy en día te puedes poner lo que te de la gana para cualquier cosa. Estamos en el 2.024 y ante todo está la libertad. Sin embargo, yo no soy muy partidario de una novia con un miriñaque, un velo o un vestido con mucha cola en una boda de campo y que se vaya enganchando con las matas. Cada estilo va acorde con cada sitio y con cada personalidad. Cada vez hay más novias que no se dejan influenciar por las tendencias. Los diseñadores también estamos para eso, para aconsejar a las novias qué les favorece y qué no.
¿Y qué consejo le darías a las futuras novias o a las futuras invitadas?
Mi consejo es que se saquen partido, que no se disfracen… ¡Menos es más! Una influencer puede estar guapísima con un tipo de traje, pero no tiene porque sentarte bien a ti. Yo siempre les digo que el traje que le vamos a hacer igual no es el mas bonito del mundo, pero si que es el traje que mejor le va a sentar, por su físico, el corte de su cara, el lugar donde se celebre el evento…
¿Es difícil conectar con las novias?
No porque vienen muy entregadas. Cuando me llaman ya vienen con la ilusión de verme y que les diseñe el vestido de sus sueños. Ósea que consigues armonizar sus gustos con tu esencia… Yo hago lo que hago, pero me adapto a tu idea eso sí. Si una novia me dice que quiere un escote hasta la cintura o una raja en la falda y no es mi estilo les pregunto ¿Por qué me has llamado? (Se ríe). Muchas veces me vienen con fotos de una revista y les aconsejo que si es eso lo que quieren que lo compren directamente.