Almudena funda Live Art Madrid hace tan solo unos meses, eso sí, los suficientes como para tener el camino abonado hasta 2025. Madrileña y apasionada desde muy niña por el dibujo y la pintura, ha fundado una de las empresas pioneras en Madrid en ofrecer arte en vivo en bodas y eventos, que eso es el live art. Dice que el éxito viene de la novedad y la sorpresa, pero no es capaz de asegurar el desarrollo que tendrá dentro de algún tiempo. “Sería hacer un brindis al sol”. Entre tanto, juega con sus pinceles y en menos de diez minutos compone una ilustración única. Una pequeña obra de arte.
Almudena, ¿cómo nace Live Art Madrid?
Pues Live Art Madrid nace de una nueva tendencia que está empezando a tener presencia en España. En otras zonas y países, pioneros en el uso de tendencias mundiales, como Latinoamérica y Estados Unidos, ya se viene dando desde hace algún tiempo, como un par de años.
Y por lo que respecta a mi proyecto, Live Art Madrid nace como un hobby, porque, al final, para mí, el dibujo siempre ha estado ligado a mi vida, desde que tengo uso de razón; y, en segundo lugar, porque hace un tiempo, también tuve formación como wedding planner, lo que me ha permitido estar muy ligada al mundo nupcial, a la organización de eventos, pero, sobre todo, a las bodas, porque es algo en lo que siempre me he sentido muy cómoda y conozco bien, me ha gustado mucho.
Pues bien, hacia finales de 2023, navegando por Instagram, vi un perfil, creo recordar que eran unas chicas filipinas. Y me dije, ¿esto qué es? qué chulo. Y es cuando se me encendió la bombilla.
Cogiste la idea, de alguna manera la hiciste tuya y ahora está dando sus frutos.
Claro, me puse a buscar, a conocer cómo se llamaba esto. Estaba viendo cómo unas chicas estaban ilustrando a la gente en directo, en las bodas, y me atraía. Al final, el concepto por el que se ha conocido esta técnica es el de live art, que tiene dos vertientes. Una, es la de los artistas que hacen un cuadro a los novios en directo, normalmente en óleo o en acrílico, y luego se lo entregan; y, una segunda, que va más enfocada a la experiencia y luego regalarla a todos los invitados. Entonces, a mí me gustó más esta segunda parte, me pareció más divertida.
Al final, también me encanta interactuar con la gente y ver las caras de sorpresa cuando se acercan. Es algo muy poco conocido, que a todo el mundo le encanta y lo que me estoy encontrando por ahora es eso, la sorpresa. Nadie se lo espera.
Y, al final, ha pasado a ser tendencia.
Creemos que para 2025 o 2026 será una tendencia fuerte. Estará muy presente en las bodas en España. En las bodas y en los eventos, porque, para mí, la sorpresa ha sido que ya no solo se limita al mundo nupcial, sino que se extiende a eventos corporativos, presentaciones de producto… en ese ámbito también se está desarrollando un montón.
Hablaremos del tema de los eventos después, pero ahora, si te parece, dime dónde puede residir el éxito que estáis teniendo. Se debe a ese aspecto lúdico y divertido, a la diferencia…
Creo que, ahora mismo, el éxito viene por ese efecto sorpresa. Buscamos tener novedades, que tu boda sea algo único, sorprender a tus invitados. Al final, las bodas cada vez son más personales, elevadas cada vez al máximo exponencial, cuidadas con mucho detalle y creo que es ahí donde los novios cada vez buscan más ofertas, buscan cosas diferentes. Y, en sentido, están apostando por el live art, quizá como novedad. Dentro de unos años, si está muy visto, pues ya veremos. Aunque, en realidad, no sé cómo madurará esto.
¿No te atreves a pronosticar? ¿Será una moda o ha venido para quedarse?
No tengo ni idea. Es tan nuevo que no sé cómo va a ir madurando. Pero creo que ahora mismo el éxito reside en la novedad y en la sorpresa. De momento, como digo, tampoco hay una trayectoria muy larga como para ver cómo ha ido madurando la idea con el paso del tiempo. Sería hacer un brindis al sol. En realidad, es difícil augurar un futuro al live art. Lo que sí es cierto es que se está apostando muy fuerte. Hay muchas compañeras y compañeros ilustradores que están apostando por esto porque hay una demanda real.
Entonces es una propuesta que están llevando a cabo también otros profesionales y estudios de arte. Lo que, efectivamente, da idea de su proyección.
Eso es. Es una tendencia que, de verdad, viene pisando fuerte. Uno, porque lo estoy viviendo aquí en mi propio negocio y, dos, por lo que veo por mis compañeros. Al final, nos seguimos en redes y vemos el trabajo de cada uno.
Y, en la misma línea, también nos ha pillado un poco por sorpresa. Nos hemos lanzado un poco con la idea de probarlo. También ha sido prueba y error, ajustando tiempos, porque hacer ilustraciones en directo sin saber quién se te va a poner delante… Al final, todos hemos tenido que ir ajustando tiempos, precios, tarifas, procesos. Nuestro servicio es que el invitado pase, se haga una foto y siga disfrutando de la fiesta.
Pero aún no conocemos cómo funcionáis. ¿Cuál es vuestro plan de trabajo?
Por lo general, el primer paso se establece a través de dos vías, o nos contactan directamente los novios o nos contacta el equipo de wedding planners. Lo primero que nos preguntan es si tenemos disponibilidad y les ofrecemos el dossier con el proceso, y a partir de ahí, si tenemos la fecha disponible, agendamos una reunión en la que nos cuentan cómo es la boda, cuántos invitados habrá o dónde tendrá lugar, porque a partir de todos esos datos personalizamos el servicio. Al final, no es lo mismo pintar para una boda de 80 personas que para una boda de 300. El servicio es muy personal.
A partir de ahí, fijamos también el estilo y lo que buscan. Vamos guiando y asesorando a los novios. Nosotros ofrecemos que todas las acuarelas sean o bien de una persona o como mucho de una pareja. A veces, me lo invento, te podrán decir que quieren pintar a la familia paterna junta o la familia materna.
Y eso no puede ser.
Claro, no caen. Es una acuarela, no es una foto. Todo esto, como digo, acompañándolos y ofreciéndoles también personalizar todas las láminas. Una vez que hemos adaptado el trabajo y ya sabemos cómo va a ser la boda, les ofrecemos un presupuesto personalizado.
A la boda, como mínimo, nos vamos una ilustradora y una persona de staff. Cuando llegamos allí, normalmente nos instalamos en el cóctel y es cuando hacemos el arte en vivo. Todo el mundo pasa por nuestro stand. La persona del staff hace una foto a todos los invitados que quieran la ilustración y les explica el proceso. Esa persona se hace la foto y sigue disfrutando de la fiesta, con el objetivo, sobre todo, de que no se hagan colas, lo último que quieres en una boda es que se formen colas. Esto es un proceso que no dura más de 30 segundos o un minuto.
Digamos que molestando lo menos posible.
Justo. Entonces, a continuación, pintamos a los invitados que nos dé tiempo. Normalmente, solemos tardar unos 10 minutos para una ilustración de pareja, dependiendo también de lo que nos contraten. Lo que más está saliendo en bodas es un pack de cuatro horas. El cóctel de un par de horas. Y luego, mientras están comiendo o cenando, nosotros seguimos pintando, y cuando empieza la fiesta, los invitados recogen las ilustraciones que estén realizadas.
Las que no haya dado tiempo a realizar, las pintamos en el estudio. En ese caso, por lo general, a la vuelta de la luna de miel o unos días después, quedamos con ellos para saber cuándo les mandamos la caja con todas las ilustraciones que queden por entregar. Y a la gente también le gusta porque de alguna manera te hace volver a quedar con tus amigos, con tu familia y volver a comentar la boda, volver a disfrutarla.
No sé, Almudena, si es una pregunta elemental, pero ¿qué técnica empleáis?
Es una pregunta muy acertada porque dentro del live art y del mundo nupcial hay, como explicaba antes, diferentes estudios y diferentes ilustradoras y cada una tiene su estilo. El mío es la acuarela. Siempre pinto en acuarela. Mis dibujos además son muy característicos porque no pinto rostros, no pinto la cara, no pinto rasgos faciales. Al final, se trata de que te lleves un recuerdo de tu look y de que te reconozcas.
Y para llevar a cabo todo eso, para que todo salga perfecto, ¿con qué equipo cuentas?
El equipo lo conformamos principalmente dos ilustradoras. Que la principal soy yo, y puedo llevar a dos personas más si el proyecto lo requiere. Eso sí, todas pintamos en el mismo estilo, todo debe ir en la misma línea, esa cuestión la cuido muchísimo. Y aparte, como staff, hay otras tres personas que rotan. Somos un equipo de seis chicas.
Lo bueno, además, es que junto a otras profesionales hemos creado una pequeña comunidad a través de la que nos ayudamos e intercambiamos necesidades y proyectos. Pero, además, en general, cuento con un equipo más grande, por las muchas fechas que manejamos y porque también nuestras bodas y eventos están repartidos por toda España. Tenemos gente en Málaga, en Valencia, en Barcelona… estoy cubierta a nivel nacional.