Se llama AiLex.
Alicia Framis, artista multidisciplinar barcelonesa, se convertirá este verano en la primera mujer en casarse con un holograma creado con inteligencia artificial (IA). La ceremonia tendrá lugar en la terraza del Museo Depot Boijmans Van Beuningen de Róterdam (Países Bajos) a través de una ceremonia única para la unión de un humano y un avatar inteligente. Un holograma -técnica avanzada de fotografía que consiste en crear imágenes tridimensionales basada en el empleo de la luz- que contesta e interactúa y que ha creado a partir de perfiles de su familia, amigos y personas conocidas.
Framis ha diseñado su propio vestido, el de sus invitados y ha confeccionado un banquete basado en comida molecular que podrán disfrutar tanto humanos como humanoides, es decir, su familia política. Pero la artista quiere ir más allá y explora la posibilidad de adquirir un primer seguro de vida para hologramas, la primera hipoteca para comprar una casa con todo lo necesario para un avatar o el préstamo imprescindible para su actualización. Alicia Framis dice que prefiere un novio caro a un novio tonto.
Esto, por muy extraño o fuera de lugar que nos pueda parecer, no es más que una muestra de lo que la inteligencia artificial puede generar en el ámbito de las relaciones amorosas, la organización de las bodas y el sector nupcial al completo, que, claro está, no se mantendrá al margen de lo que para muchos es la revolución tecnológica más importante de la historia de la humanidad.
Asistencia personalizada
Estamos inmersos en un escenario ilimitado, en una era de cambios sin precedentes y repleta de desafíos, que hay que analizar y sobre los que es necesario, cuanto antes, reflexionar lo suficiente y priorizar. Todo en beneficio del ser humano y sus derechos. Dicho esto, dejemos a un lado, por ahora, cuestiones tan trascendentales y centrémonos en lo que nos ha traído hasta aquí: cómo usar todo ese universo de la IA para planificar la mejor boda.
Lo que es ya una certeza es que la IA modificará la economía y el mercado laboral, lo que obligará a adaptarse y reconvertirse a millones de empleados, entre los que se encuentran, claro está, los que trabajan, directa o indirectamente, en el sector de los eventos y/o las ceremonias nupciales.
“La inteligencia artificial ya está afectando a múltiples sectores, en la producción, la logística e incluso en la propia creación. Y, por supuesto, también está afectando al sector de las bodas, que implica toda una logística compleja, una agenda, una decoración, la elección de un lugar o un vestido, aspectos en los que ya la inteligencia artificial está actuando de forma directa”, destaca Juan Pablo Mateos Abarca, experto en IA, empresario y profesor universitario.
No solo eso, las nuevas herramientas de inteligencia artificial permitirán a los propios novios encontrar soluciones perfectas y eficaces para su enlace a partir de un proceso tan apasionante como divertido. Esas nuevas herramientas, por ejemplo, ChatGPT de OpenAI o Gemini de Google, pueden, a partir de un esquema conversacional, ofrecer asistencia personalizada, ajustarse a las preferencias de los futuros esposos, adaptarse a las necesidades o proporcionar consejos útiles. Es decir, actuar como nuestro particular wedding planner.
Como subraya Mateos Abarca, “ChatGPT permite, por medio del lenguaje natural, programar una lista de acciones, crear una agenda para el día de la boda, recursos para su organización, peticiones especiales, presupuestos o un plan de decoración. La IA puede generar toda una planificación para que el evento sea un éxito”.
“¿Podrías guiarnos…?”
Por ejemplo, a partir de un texto inicial y una introducción sencilla, la herramienta puede empezar a aprender, trabajar y proponer:
«¡Hola!, queremos comenzar a planificar nuestra boda y nos encantaría contar con tu ayuda. Nos gustaría una celebración única, personalizada, minimalista y comprometida con el medio ambiente. ¿Podrías guiarnos y proporcionarnos recomendaciones y consejos basados en nuestras preferencias? ¡Gracias!».
Con ellas, se podrá planificar las tareas más urgentes y necesarias, hacer la siempre temida lista de invitados, organizar su transporte, planificar el menú, elegir la música, hacer un vídeo, crear el álbum de bodas y, por supuesto, encontrar el lugar perfecto para un día inolvidable:
«¡Hola!, mi boda será en una iglesia de Valencia en julio de 2025. No tengo todavía un lugar reservado, me gustaría que me recomendaras un sitio si mi presupuesto es de 25.000 euros. Mi pareja y yo queremos un estilo minimalista, comprometido con el medio ambiente y, si es posible, que con vistas a la playa».