Este pasado fin de semana -entre el 18 y el 20 de octubre- se celebró en Valencia el certamen Fiesta y Boda 2024, la feria más grande del sector que se celebra en esa Comunidad y una de las más importantes de España. Precisamente, en esta edición cumplía los 25 años de andadura.
Fiesta y Boda recoge las últimas tendencias del sector y, en buena medida, marca el camino por el que discurrirán las celebraciones nupciales los próximos meses. En realidad, la feria -como otras que se celebran en todo el territorio nacional- son una muestra de lo que viene, de lo que queda por hacer y de las expectativas de un sector que está en continua transformación.
Personalización y espectáculo
Y… ¿qué es lo que viene? Pues más celebraciones y más personalizadas. Y bodas más sorprendentes y espectaculares.
Pese a que cada vez nos casamos menos y el número de bodas está descendiendo, la tendencia se resume en que aumentan las celebraciones y se multiplican los acontecimientos que rodean al mismo hecho del enlace nupcial: despedidas de soltero/a, prebodas, postbodas, pero también separaciones, divorcios…
Como señala David Soriano, presidente de la feria, “en un contexto en el que están disminuyendo los enlaces, el certamen crece como consecuencia de que cada vez en mayor medida tenemos la necesidad de celebrarlo todo, una tendencia que se ha incrementado desde la pandemia. Todas las celebraciones y todos los eventos: incluso los divorcios”.
Todo es susceptible de convertirse en una celebración, todo es sinónimo de encuentro, fiesta y diversión. Pero no vale cualquier fiesta o encuentro, la normalidad está pasada de moda y ahora solo tiene cabida la personalización, la exclusividad y el espectáculo. Lo que nos permitirá destacar sobre el resto.
En realidad, el mundo de las bodas es también un reflejo fiel de la sociedad que, animada por la digitalización y las redes sociales, busca la diferencia como meta a lograr. Solo se necesita, que no es poco, las ganas de llevarlo a cabo, la complicidad imprescindible, el gusto necesario, el público participante y el bolsillo suficiente.
Mayor presupuesto
Porque, efectivamente, de la misma manera que las bodas, en términos generales y como consecuencia de diversos factores, están descendiendo, los presupuestos destinados a ellas -y a todo lo que se genera a su alrededor- son mucho mayores.
Los novios buscan encontrar esa exclusividad, diferencia y excepcionalidad a través de acontecimientos irrepetibles y únicos, que, como es natural, requieren de mayores presupuestos. Decisión que, por ejemplo, tendría reflejo en el mercado relacionado con las celebraciones nupciales que acontecen en España y que estaría moviendo alrededor de 3.000 millones de euros todos los años.
Circunstancia, por otro lado, que tiene reflejo en la cantidad de ferias, certámenes y eventos que tienen lugar anualmente en nuestro país, con éxito generalizado de crítica y público. Sin ir más lejos, en esta última edición de Fiesta y Boda aumentó un 14% el número de expositores, llegando a los 130; y solo el material expuesto, se equiparó a 2.000 bodas. Todos quieren seguir en el sector y otros muchos quieren entrar.
Masajes, ilustradores, tatuadores…
Y con esa búsqueda del espectáculo, las propuestas huyen de lo convencional y se aferran a la sorpresa como elemento de distinción.
Carruajes para los novios con forma de calabaza, drones para fotografiar y grabar la celebración o la llegada de las alianzas en alas de una lechuza o de un águila como últimas tendencias, que se pudieron ver en esta edición de Fiesta y Boda 2024.